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¿Qué son las metodologías ágiles y para qué sirven?

Publicado: 15/08/2022
En estos tiempos donde la tecnología evoluciona a pasos agigantados, los beneficios de las empresas se reducen por la alta competencia, y eso conlleva a tener que satisfacer a clientes mucho más exigentes que quieren resultados rápidos y efectivos. Por lo cual, se presenta como una necesidad el contar con un método de gestión de proyectos que se adapte a estos nuevos requisitos del mercado, y ahí es donde surgen las metodologías ágiles.
 
Pero para comenzar, debemos entender, ¿qué son las metodologías ágiles y para qué sirven?
 
Bueno, ser ágil es tener la capacidad de crear y responder al cambio para obtener beneficios en un ambiente de negocio cambiante, es decir, ser flexible y adaptarse. Por lo tanto, las metodologías ágiles son aquellas que permiten adaptar la forma de trabajo que tienen preestablecidas las empresas a las condiciones de un proyecto, gestionándolos de forma eficiente, flexible e independiente, reduciendo costos e incrementando la productividad.

Hay que destacar que estas metodologías no solo se limitan a proyectos tecnológicos, sino que también se pueden aplicar en diversos ámbitos o sectores donde se produzcan cambios de forma frecuente.
 

Ventajas de las metodologías ágiles:

Estas son algunas de ellas:
  • Colaboración: El trabajo se divide en distintos roles y equipos, lo que permite una mejor disposición y una mejor organización del trabajo.
  • Mayor motivación de los miembros de los equipos: los cuales se autogestionan, facilitando la capacidad creativa y la innovación de las ideas.
  • Métricas más relevantes: Gracias a la fragmentación en pequeños equipos y fases es más fácil ser conscientes de lo que está pasando en cada etapa, por lo cual, las métricas del proceso de desarrollo son más precisas.
  • Mayor control y predicción de errores: Al poder revisar y adaptar el desarrollo del producto a lo largo del proceso, se puede tener un mayor control sobre el trabajo, permitiendo mejorar la capacidad de predicción en tiempo y costes; reduciendo así la posibilidad de fracaso, ya que los errores se identifican durante el proceso y no al final, cuando el producto ya está terminado.
  • Mejor calidad final del producto: se fomenta el enfoque proactivo de los equipos para llegar a la excelencia del producto, mediante la integración, comprobación y mejora contínua de sus propiedades.
  • Mayor satisfacción del cliente: El cliente está más involucrado y comprometido con el desarrollo del producto.


¿Qué tipos de metodologías ágiles son los más utilizados?
 

Existen diferentes tipos, pero los más utilizados son:

SCRUM 

Se basa en una estructura en la cual el ciclo de desarrollo del producto y/o servicio se divide en proyectos más pequeños, que a su vez, son divididos en distintas etapas: análisis, desarrollo y testing.

Esta metodología permite abordar proyectos complejos, gestionando y normalizando los errores que se puedan producir, a través de reuniones frecuentes para asegurar el cumplimiento de los objetivos establecidos. Dichas reuniones se diferencian entre: reuniones de planificación, diarias, de revisión y de retrospectiva.

Los aspectos clave del Scrum son: innovación, flexibilidad, competitividad y productividad.
 

KANBAN

La estrategia Kanban consiste en la elaboración de un diagrama de tres columnas de tareas: pendientes, en proceso o terminadas. El cual deben tener al alcance todos los miembros del equipo, evitando así tareas repetidas u olvidos. Por tanto, ayuda a mejorar la productividad y eficiencia de los equipos de trabajo.
Design Sprint 2.0
 
Esta metodología se basa en un proceso que mezcla las metodologías ágiles con el design thinking. Ayuda a que los equipos trabajen en conjunto para resolver problemas concretos proporcionando soluciones que permitan acelerar y simplificar el proceso de diseño de un producto que luego será probado con los usuarios.

Esta metodología consta de 6 fases:

  • Comprensión:

    En esta etapa todos los miembros del equipo se reúnen para conocer y definir el problema, establecer objetivos y disponer de la misma información de partida.

    Aquí se realiza una investigación donde se integra toda la información relacionada al negocio: los usuarios, clientes, competidores, fortalezas y debilidades, etc. Luego se genera una base de datos compartida para todos los del equipo. Lo ideal es que el equipo incluya representantes de todas la áreas fundamentales para el desarrollo del Sprint.

  • Investigación y definición

    Aquí se reúne toda la documentación proveniente de las investigaciones de la fase anterior, como las encuestas, entrevistas, el user journey, mapas de empatía, el análisis DAFO, entre otras. Se determina un contexto específico y los resultados a alcanzar, los objetivos y las métricas de éxito para el Sprint, con las posibles soluciones para los diferentes problemas que puedan surgir.

  • Boceto

    Cada miembro del equipo realiza, individualmente, bosquejos rápidos con las posibles soluciones al problema, sin que interfieran en su trabajo las opiniones, soluciones o propuestas del resto.

  • Decisiones 

    En esta fase se escoge qué idea o ideas se van a llevar a cabo en la siguiente fase. Aquí también se determina, los posibles conflictos que se puedan generar con los objetivos, usuarios, clientes, etc. Así como también un wireframe o storyboard, aceptado por todo el equipo que tenga definido lo que se va a prototipar.

  •  Prototipo

    Llegado este momento se comienza a trabajar en el prototipo establecido en la fase anterior. Diseñadores UX y UI, se involucran para conseguir un prototipo con las funcionalidades básicas y con lo esencial de la solución.

    A su vez, el equipo de research establece tests de prueba con usuarios y elaboran entrevistas y cuestionarios teniendo en cuenta que luego se utilizarán durante la investigación UX.

  • Validación. Tests de usuarios

    Esta es la última fase y la más crucial. Es donde se pone a prueba el trabajo realizado en las anteriores fases.

    Se realizan los tests con los usuarios y se registra toda la data obtenida. Lo ideal es poder observar cómo interactúan los usuarios con el producto, las dudas que les surgen y ver qué partes del prototipo hay que mejorar y cuáles repetir.

 

Conclusión

Las metodologías ágiles son sumamente útiles a la hora de abordar todo tipo de proyectos, sobre todo aquellos donde los requisitos van cambiando continuamente, ya que proporcionan mecanismos que nos ayudan a afrontar dichos cambios, previniendo errores y manteniendo la calidad del producto, logrando así una mayor probabilidad de éxito al finalizar el proyecto.
 
 

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