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Qué son las creencias limitantes y cómo afectan?

Publicado: 01/03/2023

Introducción

Las creencias limitantes son un mal que afecta a muchos, por no decir a todos. Son pensamientos negativos que llegan a afectar no solo nuestra vida cotidiana sino que también nuestro trabajo y las relaciones con las personas que nos rodean.

Pero…¿sabemos lo que realmente son, dónde y cómo comenzaron? ¿cómo afectan nuestro trabajo? y por sobre todo, ¿cómo lidiar con ellas?

En esta nota te contamos todo lo que necesitás saber.

 

Para comenzar… ¿Qué son las creencias limitantes?

Las creencias limitantes son ideas, pensamientos, opiniones o percepciones negativas de la realidad que consideramos ciertas cuando en realidad no lo son. Estas creencias o pensamientos nos impiden desarrollarnos como personas, condicionan nuestra forma de vivir, de trabajar, de relacionarnos, de alcanzar metas, etc.
Estos son algunos ejemplos de creencias limitantes, te los dejamos para que puedas reconocerlas:

  • No puedo ganar dinero haciendo lo que me gusta

  • Soy demasiado viejo o demasiado joven para ese trabajo

  • No tengo suficiente tiempo

  • No soy lo suficientemente inteligente

  • No tengo suficiente experiencia

  • No puedo tener el trabajo que busco/quiero porque no tengo un título universitario

  • Siempre me va mal en las entrevistas

  • No tengo suficiente talento

  • No puedo…

  • No tengo derecho a…

  • No sirvo para…

  • Soy incapaz de…

  • No me merezco…

 

Pero…¿Cuáles son las causas de las creencias limitantes?

Las creencias limitantes suelen comenzar durante la niñez, proceden del entorno en el que vivimos, de nuestras experiencias, de las opiniones de los demás sobre nosotros, etc;  y evolucionan conforme nos desarrollamos como adultos, adaptándose a lo largo de nuestra vida.

Son conceptos que se quedan impresos en nuestro subconsciente y, ante una situación similar, reaccionamos de manera automática sin cuestionarnos su veracidad. Por ejemplo: Alguien nos dice que somos incapaces de lograr algo y crecemos creyéndolo, por lo tanto, al momento de enfrentar una situación similar, no lo hacemos porque en nuestro subconsciente somos incapaces.

 

¿Cómo afectan nuestro trabajo?

Muchas veces, las creencias limitantes pueden afectar nuestro desempeño como profesionales, ya que limitan nuestro aprendizaje, nuestra adaptabilidad, nuestra flexibilidad y polivalencia. Otras capacidades que se ven entorpecidas por las consecuencias de estas creencias son las de análisis y resolución, así como también nuestra observación estratégica, el manejo de equipos de trabajo y la comunicación dentro de los mismos. Todo esto puede llevar a que terminemos teniendo problemas o, incluso, perder ese puesto por el que tanto trabajamos.
 

Y…¿Cómo superamos las creencias limitantes?

Todas las creencias limitantes se pueden superar, pero dependerá de nosotros cuánto tiempo nos tome lograrlo. A continuación te dejamos algunos pasos a seguir que pueden ayudarte a conseguirlo:
 
1- Identificá
Tratá de pensar cuáles son esas creencias o pensamientos que te limitan y no te permiten avanzar. Podés anotarlas en un papel para analizarlas mejor luego.  Reconocerlas es el primer paso.
 
2- Evaluá su veracidad
Este punto va de la mano con el anterior. Una vez reconocidas las creencias limitantes podés analizarlas un poco más, ver de dónde provienen, cómo te limitan, cómo te afectan, cómo afectan tu trabajo, tus relaciones y cuestionar qué tanto de cierto tienen. La mayoría de las veces son solo pensamientos negativos que traemos de experiencias pasadas, tal vez alguna frase que alguien te dijo y que nada te aporta y solo te bloquea.
 
3- Repetí afirmaciones positivas
Las afirmaciones positivas son una de las mejores herramientas para transformar aquellas creencias limitantes en creencias positivas. Son frases u oraciones que te repetís a diario para desarrollar tu autoconfianza. Por ejemplo: Tu pensamiento limitante es: “no merezco el reconocimiento de mis compañeros de equipo”, podés transformarlo en una afirmación positiva reforzando otros pensamientos como “siempre doy lo mejor de mí en cada proyecto”, de esta manera transformás algo que antes era negativo, en algo positivo, entrenándote a vos mismo para ver los aspectos positivos de cada situación en vez de centrarte en los aspectos negativos.
 
4- Persevera y triunfarás
No te des por vencido, lo importante es no permitir que esas creencias te limiten y  te frustren. Repetí estos pasos una y otra vez, vas a ver que después de un tiempo se convertirán en una rutina y será cada vez más fácil deshacerte de los pensamientos negativos o por lo menos te será más fácil enfrentarlos.
 

Conclusión

Las creencias limitantes suelen traernos muchos dolores de cabeza, pero tienen solución. Tené paciencia, trabajalas poco a poco, tomate tu tiempo para reflexionar cada vez que aparezcan y para apartarlas de tu mente. Y recordá que siempre que lo necesites, podés buscar ayuda.

 


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